Los trasplantes de laringe son extremadamente raros y normalmente no son una opción para quienes tienen cáncer activo.
EEUU.- Marty Kedian, un hombre de Massachusetts, ha recuperado la voz después de que un equipo de cirujanos de la clínica Mayo de Arizona le extirpó la laringe debido a un cáncer y, en un procedimiento innovador, la sustituyó con una donada. Kedian es apenas la tercera persona en Estados Unidos que se somete a esta cirugía, y el primer paciente con cáncer en recibir este tipo de trasplante.
Los trasplantes de laringe son extremadamente raros y normalmente no son una opción para quienes tienen cáncer activo. Los otros dos trasplantes en Estados Unidos se realizaron hace años en pacientes que tenían lesiones. El equipo médico de la clínica Mayo ofreció a Kedian el trasplante como parte de un nuevo ensayo clínico destinado a ofrecer esta operación a más enfermos, incluidos algunos con cáncer, que es la causa más común de la pérdida de la laringe.
Cuatro meses después de su trasplante, Kedian, aún ronco pero capaz de mantener una conversación de una hora, expresó su gratitud por la oportunidad de hablar nuevamente. Se emocionó al recordar la primera vez que llamó por teléfono a su madre tras la operación. “Ella pudo oírme… Eso era importante para mí, hablar con ella”, mencionó.
El ensayo clínico de la clínica Mayo es pequeño, con solo nueve personas más inscritas. Sin embargo, los científicos esperan que a través de este estudio se puedan aprender las mejores prácticas para estos complejos trasplantes, con la intención de que algún día se puedan ofrecer a más personas que no pueden respirar, deglutir o hablar por sí mismas debido a una laringe dañada o extirpada quirúrgicamente.
La Sociedad Estadunidense para el Cáncer calcula que más de 12 mil 600 personas serán diagnosticadas este año con algún tipo de cáncer de laringe. Aunque muchos se someten a tratamientos para preservar la voz, a miles de personas se les ha extirpado completamente, obligándolas a respirar a través de un tubo de traqueotomía en el cuello y teniendo dificultades para comunicarse.
El doctor David Lott, catedrático de cirugía de cabeza y cuello de la clínica Mayo en Phoenix, señaló la importancia del ensayo para ayudar a que los trasplantes de laringe se conviertan en una opción viable. “Queremos traspasar esos límites, pero hacerlo de la forma más segura y ética posible”, afirmó.
Kedian fue considerado un buen candidato para el trasplante debido a que su cáncer no era de crecimiento rápido y ya estaba tomando fármacos antirrechazo a causa de un trasplante de riñón anterior. Diez meses después, encontraron un donante fallecido con una laringe sana y del tamaño adecuado.
El 29 de febrero, seis cirujanos operaron a Kedian durante 21 horas. Extirparon su laringe cancerosa y trasplantaron la donada junto con los tejidos adyacentes necesarios, así como los diminutos vasos sanguíneos que los irrigaban. Conectaron nervios esenciales para que Kedian pudiera sentir cuándo deglutir y mover las cuerdas vocales.
Unas tres semanas después de la cirugía, Kedian pudo decir “hola”. Pronto volvió a aprender a deglutir y a comer alimentos sólidos. “Cada día va mejor”, comentó. Aunque su traqueotomía seguirá en su lugar al menos unos meses más, Kedian está trabajando arduamente para avanzar más rápido y regresar a una vida “normal”.